La ingeniería Intecsa-Inarsa ha obtenido un contrato de 2,2 millones de dólares (cerca de 2 millones de euros) para el diseño del plan maestro que reformará la isla fronteriza en la autopista elevada Rey Fahd que une Arabia Saudí y Bahréin, la única vía de conexión terrestre entre ambos países. En concreto, elaborará el diseño preliminar, el diseño de detalle y la asesoría en el proceso de licitación para la KFCA, la autoridad responsable de la infraestructura. También incluye la reorganización de una segunda isla artificial para reordenar el tráfico.
El objetivo es dotar a la calzada Rey Fahd de un plan maestro a largo plazo, hasta 2050, para convertirlo en un cruce fronterizo eficiente y a la vanguardia. Con 25 km de longitud, fue puesta en servicio en 1986 y actualmente registra problemas de capacidad pues si originalmente se construyó con una previsión de paso de 150 camiones diarios, el promedio actual es de 1.500, es decir, diez veces más.
También la afluencia de vehículos privados es mucho mayor, alcanzando los 45.000 diarios, aunque en fin de semana aumenta hasta los 60.000. En total, son 18 millones de personas las que cruzan anualmente este paso elevado, el más largo del mundo árabe y una de las zonas de mayor densidad de tráfico en el área del Golfo Pérsico.
Por ello, y debido al papel estratégico que tiene esta infraestructura para el aumento del comercio y del turismo entre ambos países, la KFCA requiere un enfoque integral y multidisciplinar para evaluar las condiciones actuales y establecer los futuros requisitos para mejorar los niveles de servicio.
No es la primera vez que Intecsa-Inarsa participa en un proyecto relacionado con la autopista elevada Rey Fahd. Ya en 2015 llevó a cabo el estudio de viabilidad de una nueva calzada elevada entre ambos países, incluyendo la conexión de esta infraestructura con el proyecto ferroviario GCC, que une Kuwait con la capital de Omán, Mascate, y su extensión a su vez hasta la frontera con Yemen. Es parte del Eje R5 del Plan Ferroviario Interárabe, que prevé en el futuro que el GCC se una al sistema ferroviario iraquí y, desde ahí, pueda unirse a los ferrocarriles de Siria, Turquía y, finalmente, Europa.
Para Intecsa-Inarsa, Oriente Medio es uno de sus principales mercados internacionales y, de hecho, cuenta con oficina permanente en la capital saudí, Riad. Este mercado representa el 30% de sus ingresos.