Si bien en Intecsa-Inarsa acabamos de poner en marcha nuestra filial en Estados Unidos, con base en Dallas, no podemos pasar por alto que es un mercado donde ya contamos con experiencia. Y hay especialmente dos proyectos que se han convertido en sendos hitos de nuestra historia. Es tiempo para contar uno de ellos. Y el otro, para una próxima ocasión.
En concreto, se trata de nuestra experiencia en el túnel SR 99 (también conocido como Alaskan Way) en la ciudad de Seattle, al noroeste del país, muy cerca de la frontera con Canadá. Un terremoto de magnitud 6,5 en 2001, localizado en un área al sur a una escasa hora de coche, provocó daños materiales en dicha ciudad, entre ellos un viaducto en la ruta estatal 99 que conecta con el centro de la ciudad y que databa de 1950.
Sin embargo, en vez de reconstruir el viaducto, se optó por una solución alternativa, un túnel. ¿El resultado? El túnel de dos pisos más grande de Estados Unidos, con un par de carriles de tráfico hacia el norte en su plataforma inferior y otro tanto hacia el sur en la plataforma superior.
¿Qué hicimos entonces?
Inaugurado en 2019, Intecsa-Inarsa trabajó para Dragados en el proyecto entre mayo de 2011 y noviembre de 2012. Bajo nuestra responsabilidad quedó el estudio del asentamiento inducido en las estructuras existentes colindantes por la ejecución de la infraestructura con la tuneladora, entre ellos 40 edificios, muchos de ellos históricos. También el diseño de medidas para mitigar estos asentamientos o reforzar las estructuras afectadas por ellos, el diseño del cerramiento entre las pantallas y la losa para introducir la tuneladora, el diseño de la estructura de empuje de la tuneladora en el pozo de ataque y la revisión del diseño de la dovela.
En la fase de licitación, el papel de Intecsa-Inarsa en los aspectos económicos y técnicos del concurso fue de gran importancia. Por ejemplo, el estudio detallado de los asientos de los edificios cercanos al trazado del túnel redujo el número de edificios que requerían medidas de mitigación de los más de 40 previstos a sólo 4 edificios.
En cuanto a la fase del proyecto de construcción, se pudo analizar con detalle cómo afectaban los asientos inducidos por el túnel a estas estructuras y cómo se beneficiaban las distintas medidas de mitigación consideradas. En este sentido, fue posible obtener resultados mucho más precisos que permitieron optimizar el diseño para minimizar el coste de la obra, garantizando en todo momento la seguridad del proyecto.
En Intecsa-Inarsa prestamos un servicio de alto valor añadido tanto en la fase de licitación como en la de proyecto de construcción, consistente en importantes optimizaciones que llevaron a la adjudicación del contrato y a un ahorro muy significativo en los costes de construcción en comparación con los costes de las mismas obras proyectadas por la ingeniería local.
No obstante, en este proyecto, trabajamos como subcontrata de la ingeniería americana, actuando solo parcialmente y no de forma global. Si la constructora hubiera contratado directamente a Intecsa-Inarsa, ya con manos libres, se hubiera podido optimizar cada eslabón del proyecto.