¿Se puede mejorar una maravilla de la ingeniería? Desde los años 60, un túnel-puente cruza la bahía de Chesapeake, que une los estados de Virginia y Delaware, dando continuidad a las comunicaciones por carretera, a pesar de los 27 kilómetros de agua que hay entre medias. ¿Cómo? Con un puente de tres tramos y dos túneles que pasan por debajo de los canales de navegación. Una maravilla que ha tenido que ser reforzada para ampliar la capacidad de circulación.
Y la solución fue un nuevo túnel submarino de dos kilómetros de largo, que discurre paralelo al túnel existente de los años 60 y bajo el principal canal de navegación que sale de la bahía hacia el Océano Atlántico. Y es uno de los proyectos en los que Intecsa-Inarsa ha estado involucrado
En concreto, participamos desde el principio en el proceso de licitación, cuando se había generado el pliego de condiciones a partir de la hipótesis del "túnel sumergido". Los técnicos desarrollaron una solución de tuneladora a nivel conceptual. Como resultado de esta presentación, en enero de 2015 el cliente publicó el pliego de condiciones definitivo, considerándose ya las dos soluciones (túnel perforado o sumergido).
Una vez más con Dragados, se colaboró en el desarrollo del proyecto de licitación y del proyecto de construcción del contrato, principalmente como consultor de verificación, optimización y contraste, defendiendo los intereses de Dragados USA. Además, llevó a cabo el diseño de ocho estructuras temporales necesarias para la obra.
De forma concreta, se llevó a cabo la revisión del proyecto de licitación y propuesta de soluciones de optimización, revisando el anteproyecto elaborado en la fase de licitación y toda la documentación pertinente y proponiendo mejoras de las soluciones previstas
Y, al mismo tiempo, la revisión de los proyectos de diseño intermedio y final, es decir, la supervisión continua del desarrollo del proyecto, comprobando que no se desviase de lo acordado, y la validez del proyecto presentado. Se realizaron cálculos paralelos que se completan en las partes más importantes del proyecto, y que permiten la comparación con los cálculos del proyectista y, por tanto, la optimización.
Un ejemplo del desempeño de Intecsa-Inarsa fue la detección de numerosos errores. Por citar alguno, la estimación errónea de los parámetros geotécnicos provisionales para su uso en los cálculos, que fue realizada utilizando literatura genérica, en lugar de usar la gran cantidad de información disponible para el proyecto a partir de las campañas realizadas en el lugar.
Todo ello llevó a un enfoque erróneo que podría haber causado problemas reales de daños a las estructuras y túneles existentes en las cercanías, con el consiguiente daño económico y de imagen de las empresas que formaban la joint venture